lunes, 4 de octubre de 2010

GANARSE EL BALOTO


GANARSE EL BALOTO...!

No se crea que todos los hombres de ciencia son individuos diamantinos que alcanzaron un estado parecido a la ataraxia epicúrea y entregan su vida desinteresadamente a la pasión del conocimiento. Los hay también con su lado oscuro, que aman el dinero y esperan provechosos réditos de sus investigaciones eruditas. En los años 70 un grupo de investigadores de la Universidad de California Santa Cruz, aplicaron sus conocimientos profundos en física, matemáticas y ciencias de la computación para ganar apuestas en los casinos de Las Vegas. Se bautizaron a sí mismos como los “Eudaemons” y su proyecto hizo historia.
Los Eudaemons tuvieron la idea de utilizar conceptos de dinámica no lineal para calcular la desaceleración de la bola en la ruleta, el juego de azar que escogieron para su experimento. Basándose en factores como la velocidad inicial de la rueda, la fricción debida al contacto entre la bola y la rueda, el rebote de ésta, entre otros, escribieron un programa de computador que podía predecir el lugar en donde caería la bola en la ruleta, antes de que ésta se detuviese. Para eludir los controles de seguridad de los casinos –que son rigurosos- instalaron el programa en un diminuto aparato que adaptaron dentro de un zapato. Dos de estos inteligentes apostadores se colocaban alrededor de la ruleta, cada uno con un dispositivo bajo el pie. Cada vez que la bola pasaba en frente de uno de ellos, el dedo gordo accionaba el software, que hacía sus cálculos y enviaba la información al dispositivo de enfrente. Construir esta ingeniosa solución no fue tarea fácil. Los Eudaemons invirtieron grandes sumas y mucho tiempo entre ensayos y errores y llegaron a ser pioneros de la microcomputación mucho antes de que ésta se utilizara – como se utiliza hoy día – para objetivos nobles como espiar a los malos o facilitar la telefonía celular, y se anticiparon a los wearables computers, el moderno concepto de computadores que se llevan en la ropa.
No obstante el agudo intelecto aplicado con rigor por estos pragmáticos hombres de ciencia, el proyecto fracasó y sólo ganaron onerosas deudas y mala reputación entre la comunidad científica norteamericana. Fue el último gran esfuerzo hecho desde la ciencia por vencer a los juegos de azar. En razonamientos estocásticos, esto es, absolutamente aleatorios, no es posible predecir un resultado y puede resultar más efectiva la ayuda del Indio Amazónico o de Walter Mercado que la de un computador.


LA FË


LA FË.
La fe es la creencia o la confianza en la verdad o la fiabilidad de una persona, idea o cosa. Es también el conjunto de creencias de una religión o el conjunto de creencias de alguna persona, de una comunidad o de una multitud de personas.
Las causas por las cuales las personas se convencen de la veracidad de una fe, dependerán de los enunciados filosóficos en los que las personas confían. La palabra «fe» puede referirse a una religión o a la religión en general. Al igual que la "confianza", la fe implica un concepto de eventos o resultados futuros, y se utiliza a la inversa como una creencia no apoyada en una prueba lógica o evidencia material.

LA TOLERANCIA

La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral La tolerancia social es la capacidad de aceptación de una persona a otra que no es capaz de soportar a alguien o a un grupo ante lo que no es similar a sus valores o las normas establecidas por la sociedad .Es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Es la actitud que una persona tiene respecto a aquello que es diferente de sus valores. Es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las distintas formas de entender la vida.

Lo que la tolerancia no es:
Tolerancia no es hacer concesiones, pero tampoco es indiferencia. Para ser tolerante es necesario conocer al otro. Es el respeto mutuo mediante el entendimiento mutuo. Según ciertas teorías el miedo y la ignorancia son las raíces que causan la intolerancia y sus patrones pueden imprimirse en la psique humana desde muy temprana edad. Por ello, se podría decir que la tolerancia es el respeto mutuo, incluso, cuando el entendimiento mutuo no existe.
A menudo se tiende a asimilar la tolerancia a unas nociones, que aunque cercanas en algunos puntos, se revelan fundamentalmente diferentes. La tolerancia se ejerce cuando un individuo tiene la autoridad o el poder de prohibir o suspender una acción que considere indeseable o molesta y no lo hace, sino que deja actuar.


  • La indiferencia es no sentir ni placer ni dolor, frente a lo que se percibe. No es en absoluto necesaria la tolerancia frente a cosas por las cuales no se siente emoción alguna. Por ejemplo, una persona para quien las cuestiones religiosas no son una preocupacinal, o no ser calificado.
  • La indulgencia La indulgencia va más allá de la tolerancia, pues es una disposición a la bondad, a la clemencia, una facilidad de perdonar, mientras que la tolerancia puede ser condescendiente. La indulgencia es la capacidad que tiene el individuo de pasar por alto una acción que considera es nociva.
  • El respeto El respeto supone que se comprenda y comparta los valores de una persona o de una idea cuya autoridad o valor actúa sobre nosotros. A través del respeto, juzgamos favorablemente algo o a alguien; por el contrario, a través de la tolerancia, intentamos soportar algo o alguien independientemente del juicio que le asignamos: podemos odiar aquello que toleramos. Además para poder respetar a los demás, tiene que primero respetarse uno mismo.
  • Tolerancia e ideal Se considera generalmente la tolerancia como una virtud, pues tiende a evitar los conflictos. Así de uno mismo.", Ejercicio de felicidad, Albert Memmi "El espíritu de tolerancia es el arte de ser feliz en compañía de otros.", Los puntos sobre las íes", Pauline Vaillancourt lo que incluye una virtud del sentido del mundo antiguo
  • Tolerancia y reprobación Sin embargo, se considera generalmente que no hay tolerancia sin agresión, es decir que sólo se puede ser tolerante frente aquello que nos molesta (es decir con lo que no se está de acuerdo) pero que se acepta por respeto al individuo (el humanismo) o para la defensa de un ideal de libertad (el liberalismo).

La tolerancia por respeto al individuo se podría formular como:

"No estoy de acuerdo contigo, pero te dejo que lo hagas por respeto a las diferencias"

La tolerancia para la defensa de un ideal de libertad, está perfectamente ilustrada por una célebre citación atribuida de manera apócrifa a Voltaire.

"No estoy de acuerdo con lo que me dices, pero lucharé hasta el final para que puedas decirlo".

La tolerancia es sea una elección dictada por una convicción, sea una elección condescendiente. En todos los casos, para que haya tolerancia, debe haber elección deliberada. Sólo se puede ser tolerante con aquello que uno puede intentar impedir. La aceptación bajo constricción es la sumisión. Desde los años 1950, la tolerancia se define generalmente como un estado mental de apertura hacia el otro. Se trata de admitir maneras de pensar y actuar diferentes de aquéllas que uno mismo tiene. Es tanto más difícil comprender un comportamiento (y eventualmente aceptarlo) cuanto que uno no conoce los orígenes del mismo. Por ello la educación se considera a menudo un vector de tolerancia. Así Helen Keller decía "El mejor alcance de la educación es la tolerancia."

LA PACIENCIA..!

LA PACIENCIA
La paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades. De acuerdo con la tradición filosófica, "es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra
el hombre no se deja dominar por él.

* [La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que a las cosas que no dependan estrictamente de uno hay que darles tiempo.

La Perseverancia :]


LA PERSEVERANCIA
Perseverancia es la actitud de ser firme en alcanzar un objetivo, en momentos que uno se propone llegar a un final definido por el mismo, es ese antelogro en el que se basa el hombre para formar parte de una vida con perseverancia en su mismo cuestionamiento, es querer algo que uno se autopropone, motivando así esta virtud conocida como la perseverancia y llevándola a una satisfacción o algo ya alcanzado.

Comienza con una decisión que se gesta en el intelecto que en el mundo solo el ser humano lo tiene más desarrollado o completo y a partir del conocimiento que posee (este), realiza una elección que si perdura en el tiempo hasta alcanzarla se puede hablar de perseverancia teniendo claro que una decisión no siempre va de la mano de las ganas o el sentimiento que la persona tenga, por eso aunque no sienta placer o bien o aunque no tenga ganas si persevera sigue ya que en su intelecto ha optado previo estudio que si lo hizo bien es el camino a seguir o el mejor, y así llegará al éxito ya que es la única forma; conectado con la filosofía que es el amor/amistad con la sabiduría llegamos a conocer que lo mejor para uno es actuar de manera moral (y/o ética), es decir, hacer lo mejor para todo el mundo y no solo para uno.

LA ACEPTACION


LA ACEPTACION...!

La Aceptación es absolutamente necesaria para nuestra evolución, para llegar a comprender y alcanzar los planos de consciencia que os son necesarios para vuestra transformación. No podémos alcanzar el Amor sin vivir la aceptación, y ésta se vive en cada uno de los segundos de nuestra vida. La palabra Aceptación tiene una multitud de significados. Vamos a comenzar por la aceptación de nosotros mismos. Nosotros no somos aceptados, no aceptas lo que eres, lo que nosotros representamos, y eso es precisamente lo más difícil. La Aceptación y el Amor forman parte de la misma energía, seguro que el Amor es una energía mucho más amplificada que la de la aceptación. Luego viene la aceptación de los demás, que también es muy difícil, ya que siempre proyectes una imagen sobre nuestro hermano y tengas una forma muy personal de percibirle, queriendo que él sea como nuestro corazón y nuestros ojos quisieran que él fuese. Cada ser es él mismo y se transforma al mismo ritmo que nosotros, es decir, a un ritmo excesivamente rápido en la actualidad. No siempre te das cuenta de ello y eso es lo que provoca una diferencia de apreciación, de comportamiento; es eso lo que produce un desfase que no siempre podemos comprender en nuestras familias. Piensas que conoces y amas a quienes te rodean por lo que ellos son, pero, a veces, se hacen incomprensibles para nosotros, al igual que nosotros te volves incomprensibles para ellos. Eso te perturba e incluso puede angustiarte, pero eso se llama la evolución. Hay que aceptar esta transformación en nosotros y en los demás, pues ese es el camino que conduce directamente a la Luz y al Amor. Es preciso que comprendas que el otro, tal como él es, por duro e injusto que sea para con nosotros, es el artesano de nuestra evolución. Debes aceptar las experiencias que él te hace vivir en el sentido de la evolución, interrogándose y haciéndose la siguiente pregunta: ¿Qué me aporta este ser que me hace sufrir? Cuando tengas la respuesta, sabrás que estas en el camino de la evolución, y en ese momento, por muy duro que el otro haya podido ser hacia nosotros, tendrá un inmenso Amor hacia él, un gran respeto por lo que él haya podido desencadenar en nosotros, pues él te habrá permitido impulsar mucho más lejos en nuestro camino evolutivo. Aquel que te hace evolucionar de esa manera no siempre es consciente del papel que desempeña para nosotros. Esta es una de las razones por las que nunca debes desear mal a quien te ha hecho daño. Es ahora cuando comiences a entrever realmente cual es nuestro trabajo evolutivo o trabajo iniciático. Será necesario trabajar sin descanso para enderezar en nosotros aquello que no está en conformidad con la Verdad Divina, para rectificar en nosotros la aceptación de nosotros mismos, la aceptación del otro tal como él es, incluso si el otro no te gusta en sus actos o en sus palabras. No olvides, queridos amigos de la tierra, que todos los preparativos, todas las confrontaciones que vivas, que nosotros ponemos en nuestro camino, que nosotros provocamos, son necesarias para nuestra transformación, y lo serán más y más. Si no tienes el valor para ver cómo ocurren esas transformaciones en nosotros, para aceptar las pruebas, el sufrimiento que a veces te hace renacer, entonces permanecerás al borde del camino y esperaras una próxima encarnación para continuar, para terminar este trabajo evolutivo, y nosotros estaremos un poco tristes, ya que sentimos que estas preparados para acceder a este nuevo nivel de evolución. Sería una pena que no pudieseis alcanzarlo en esta existencia. Sin embargo, cada ser humano es libre de avanzar según sus posibilidades, según lo que piensa de sí mismo y de los demás, lo que piensa de nuestra enseñanza. Es libre, solo que el momento de la gran transformación y del gran despertar se retrasará un poco para él. Si nuestro ego no te frena, alcanzaras la iniciación de la gran apertura. Nuestros únicos y grandes frenos, tu lo decimos y te lo repetiremos, son la no-aceptación de nosotros mismos y de los demás y, esencialmente, las heridas del orgullo, las heridas del ego. Son inmunes frenos que podrán impedir que os proyectes hacia la iniciación que nosotros deseamos para nosotros, y que t edará un gran conocimiento de nosotros mismos y de la vida.